Es habitual que en nuestros domicilios ocurran averías eléctricas, algunas siendo de fácil solución mientras que otras requerirán de un electricista cualificado. Es por eso que os explicaremos que tipos de averías se producen con más frecuencia y como solucionarlas.
Tipos de averías eléctricas
Subida de tensión
Es una de las más comunes, tratándose de una interrupción del suministro eléctrico. Nuestro punto de suministro tiene contratado una potencia eléctrica determinada, dependiendo de las necesidades y tipo de domicilio.
Sin embargo, si sobrepasamos esa carga eléctrica enchufando más aparatos eléctricos de los que puede soportar o electrodomésticos con una potencia superior, los fusibles se activarán, como consecuencia se interrumpirá el suministro eléctrico.
Cómo solucionarlo: Su solución es sencilla, ya que simplemente será necesario que desactives alguno de los electrodomésticos de mayor consumo, baja los plomos y espera unos segundos. Finalmente, vuelve a conectarlos de derecha a izquierda y siendo el último el interruptor general. Si aun así no fuera posible recuperar el suministro eléctrico, ponte en contacto con un electricista cualificado. Sin embargo, si el ICP salta a menudo, deberemos contactar con la Comercializadora para aumentar la potencia contratada. Si estás con Lumisa y quieres modificar tu Potencia contratada sólo tienes que contactar con nosotros a través del número 900 811 473 o mediante el formulario de cambio de potencia.
Cortocircuito
Es causado por el deterioro del cableado eléctrico o el recalentamiento cuando usamos varios aparatos eléctricos en un enchufe múltiple que hace que se produzca el cortocircuito.
Se trata del aumento fuerte e inesperado de la intensidad de la corriente, pudiendo causar incendios o afectar a la instalación eléctrica.
Cómo solucionarlo: Para solucionarlo, y dependiendo de la intensidad, te recomendamos que acudas a un electricista cualificado.
Perdida de aislamiento
Es el deterioro de los materiales aislantes de corriente de una instalación eléctrica. Debido a ello, la energía sale de su circuito normal, provocando cortocircuitos en el sistema y aumentando la posibilidad de que alguien se electrocute.
Se produce por el envejecimiento de la instalación eléctrica y falta de mantenimiento, debido a las temperaturas extremas, productos químicos o corrosivos a los que está expuesto. Ocurre en electrodomésticos con mayor antigüedad.
Cómo solucionarlo: Es importante que si detectas una falta de aislamiento eléctrico contactes a un profesional con el fin de revisar la instalación eléctrica ya que requiere de mayores conocimientos técnicos para su reparación.