Una instalación fotovoltaica aislada es un sistema que posibilita la producción de energía eléctrica de manera independiente, sin necesidad de permanecer conectado a la red general de distribución eléctrica, de manera que se posibilita la obtención de energía en aquellas viviendas que no cuentan con acceso a la red general de distribución de luz.
Este tipo de instalaciones están pensadas para aquellas personas que residen en ubicaciones más remotas donde no existe este acceso a la red eléctrica.
¿Qué componentes presenta una instalación de autoconsumo aislada?
Los sistemas que no dependen de la red eléctrica cuentan con un mayor número de componentes, entre los que se encuentran:
- Placa fotovoltaica: el panel solar es el encargado de recoger la radiación solar para su transformación en energía eléctrica, dentro de estos aparatos, podemos encontrar distintos modelos de módulos fotovoltaicos.
- Estructura de soporte: es el elemento donde se sitúan las placas solares, ya sea en tejados o en otras superficies, también se encargan de ajustar la inclinación de las placas, con el fin de optimizar el rendimiento de estas.
- Batería solar: es la encargada de acumular la energía generada por las placas solares, este elemento es fundamental en las instalaciones aisladas, puesto que estos sistemas no presentan el acceso a la red general de abastecimiento eléctrico, por tanto, sin ellas, en los momentos en los que la instalación no produce energía, la vivienda se quedaría desabastecida energéticamente.
- Regulador de carga: es la pieza encargada de regular y controlar la carga de las baterías, con el objetivo de evitar descargas y sobredescargas.
- Inversor fotovoltaico de la instalación aislada: este dispositivo se encarga de transformar la corriente continua en corriente alterna.
¿Cómo es el funcionamiento de una instalación de autoconsumo aislada?
- En las horas diurnas, cuando existe una mayor radiación solar, las placas fotovoltaicas transforman la energía contenida en los rayos de luz en energía eléctrica, en corriente continua.
- Esa energía transformada por los paneles solares se transfiere al regulador de carga para que este ajuste la tensión necesaria para la carga de las baterías solares de la instalación.
- Esta energía se acumula en las baterías solares para su consumo, pudiendo ser un consumo inmediato o pudiendo almacenarse para momentos de necesidad posteriores, incluyéndose los momentos de no generación de energía eléctrica.
De esta manera se dispone de energía tanto para el uso inmediato como para su consumo en momentos de no generación de energía, como la noche o los días nublados y lluviosos.
Ventajas e inconvenientes de las instalaciones aisladas de autoconsumo
Ventajas de estas instalaciones
- Permiten la independencia total de la red eléctrica general, por lo que se elimina la necesidad de contar con un contrato de suministro eléctrico, eliminándose, por tanto, todos los costes asociados al suministro.
- En caso de que las necesidades energéticas aumenten, se puede ampliar sin problema la instalación, por lo que no habría problema en caso de aumento de demanda
Inconvenientes de estas instalaciones
- Se necesitan baterías solares, lo que representa el elemento más caro de la instalación, por lo que los presupuestos para el autoconsumo aumentan.
- La vida útil que presentan los acumuladores es inferior a la vida útil que presentan las placas, por lo que será necesaria su sustitución.
El autoconsumo aislado de la red, ¿es una inversión rentable?
La instalación de estos equipos será rentable en los casos donde no exista posibilidad de ser suministrado por la red de distribución general, o en aquellos casos donde teniendo la posibilidad de acceso, el coste de la construcción necesaria para acceder al servicio sea muy costoso.
Además, podemos encontrar una serie de factores que influirán en el tiempo de amortización de la maquinaria, siendo estos:
- La zona donde se encuentre la vivienda o local donde se pretende realizar la instalación, pues cuantas más horas de sol anuales se disfruten en la zona, mayor rentabilidad se obtendrá de las placas.
- La posición, orientación e inclinación de los paneles, pues dependerá en gran medida el aprovechamiento de la radiación solar.
- La presencia de elementos que dificulten la captación de luz de las placas, como vegetación o viviendas colindantes.
En definitiva, si el consumidor dispone de suficiente espacio donde instalar las placas, con posibilidad de orientarlas sobre la zona de mayor rendimiento posible y libre de obstáculos que dificulten el trabajo de las mismas, es muy factible recuperar la inversión y beneficiarte de las ventajas del autoconsumo solar independiente.
Cuando se habla de rentabilidad de un proyecto fotovoltaico, se debe valorar que la vida útil de los equipos es de entre veinticinco y treinta años. El retorno medio de la inversión se realiza en torno a los diez años, por lo que los siguientes diez o quince años, se obtendrán beneficios de la instalación en forma de ahorro.